Buenas
Creo que muchos de los que vamos con más o menos frecuencia a caminar por el monte queremos la naturaleza y disfrutamos de ella. Nos suele gustar estar allá tranquilos, disfrutando del silencio o del susurro del viento o piar de los pájaros, ... Y nos gusta ver los árboles, rocas, el verde de la hierba, la variedad de ocres de la hojarasca, .... Vamos, que nos gusta dejar de lado, al menos durante unas horas, todo lo contrario que nos brindan las ciudades: ruido, prisas, movimiento, objetos de fabricación industrial, basura, ...
Y, si respetamos o nos sentimos parte de las montañas y pasamos parte de nuestra vida en ellas, es normal que algunos muramos en tan querido lugar para nosotros. Otros fallecemos fuera de ella pero tenemos dicho (o escrito) a familiares y amigos que, por favor, el día que pasemos a mejor vida dejen o esparzan nuestras cenizas en tal o cual monte, sierra, bosque, etc. En otros casos puede pasar que la persona no dijera esto en vida pero quería la montaña en general o un rincón de ella en particular y los allegados toman la decisión de colocar las cenizas en el monte. Todo esto me parece lógico y bien.
Pero en nuestros queridos montes cada vez uno se encuentra con más cruces, lápidas, estelas, esculturas o similares; de hierro o piedra, etc.; a menudo con placas; en memoria de personas que han fallecido por esa zona o bien murieron en otro lugar pero gustaban de ese sitio o de la montaña en general. Y, ya que cada vez somos más personas en la sociedad y montañeros caminando por las alturas, esto parece que va en aumento.
Esto último no creo que sea una buena idea ya que, los montañeros del futuro, tendrán más difícil disfrutar de lugares que parezcan intactos, sin alterar por la mano del hombre. Si la tendencia no se revierte algunas zonas pueden parecer cementerios o museos, ¿no? Y creo que esto rompería la armonía visual y física natural de dichos lugares, la que solemos buscar por ellos.
Yo creo que la naturaleza puede beneficiarse de cenizas que pasan a formar parte del suelo o tierra que nutre la hierba, plantas, arbustos, árboles y luego pasan a incorporarse a herbívoros, después a carnívoros, ...
Pero no creo que "hacer vudú" sobre la piel de las montañas les agrade mucho a ellas tampoco ...
Yo tengo pedido que pongan mis cenizas en el monte pero que no dejen ningún elemento extraño en ella. Las cenizas cierran o abren ciclos de vida, y es un honor poder formar parte de ello. Pero los monumentos tardan muchísimo más en biodegradarse ... Algo contaminantes parecen ser entonces ...
Se me ocurre que quien quiera poner un monumento en memoria de alguien cuyas cenizas se coloquen en el monte coloque el objeto conmemorativo en su casa, cementerio de su población o de una aldea cercana a la montaña con las cenizas, alguna calle de dichos pueblos, ... Pero no en las zonas sin casas, ni farolas, ni coches, etc., por favor.
Gracias y salud y paz para todos
Creo que muchos de los que vamos con más o menos frecuencia a caminar por el monte queremos la naturaleza y disfrutamos de ella. Nos suele gustar estar allá tranquilos, disfrutando del silencio o del susurro del viento o piar de los pájaros, ... Y nos gusta ver los árboles, rocas, el verde de la hierba, la variedad de ocres de la hojarasca, .... Vamos, que nos gusta dejar de lado, al menos durante unas horas, todo lo contrario que nos brindan las ciudades: ruido, prisas, movimiento, objetos de fabricación industrial, basura, ...
Y, si respetamos o nos sentimos parte de las montañas y pasamos parte de nuestra vida en ellas, es normal que algunos muramos en tan querido lugar para nosotros. Otros fallecemos fuera de ella pero tenemos dicho (o escrito) a familiares y amigos que, por favor, el día que pasemos a mejor vida dejen o esparzan nuestras cenizas en tal o cual monte, sierra, bosque, etc. En otros casos puede pasar que la persona no dijera esto en vida pero quería la montaña en general o un rincón de ella en particular y los allegados toman la decisión de colocar las cenizas en el monte. Todo esto me parece lógico y bien.
Pero en nuestros queridos montes cada vez uno se encuentra con más cruces, lápidas, estelas, esculturas o similares; de hierro o piedra, etc.; a menudo con placas; en memoria de personas que han fallecido por esa zona o bien murieron en otro lugar pero gustaban de ese sitio o de la montaña en general. Y, ya que cada vez somos más personas en la sociedad y montañeros caminando por las alturas, esto parece que va en aumento.
Esto último no creo que sea una buena idea ya que, los montañeros del futuro, tendrán más difícil disfrutar de lugares que parezcan intactos, sin alterar por la mano del hombre. Si la tendencia no se revierte algunas zonas pueden parecer cementerios o museos, ¿no? Y creo que esto rompería la armonía visual y física natural de dichos lugares, la que solemos buscar por ellos.
Yo creo que la naturaleza puede beneficiarse de cenizas que pasan a formar parte del suelo o tierra que nutre la hierba, plantas, arbustos, árboles y luego pasan a incorporarse a herbívoros, después a carnívoros, ...
Pero no creo que "hacer vudú" sobre la piel de las montañas les agrade mucho a ellas tampoco ...
Yo tengo pedido que pongan mis cenizas en el monte pero que no dejen ningún elemento extraño en ella. Las cenizas cierran o abren ciclos de vida, y es un honor poder formar parte de ello. Pero los monumentos tardan muchísimo más en biodegradarse ... Algo contaminantes parecen ser entonces ...
Se me ocurre que quien quiera poner un monumento en memoria de alguien cuyas cenizas se coloquen en el monte coloque el objeto conmemorativo en su casa, cementerio de su población o de una aldea cercana a la montaña con las cenizas, alguna calle de dichos pueblos, ... Pero no en las zonas sin casas, ni farolas, ni coches, etc., por favor.
Gracias y salud y paz para todos